jueves, 27 de octubre de 2011

Obesidad Infantil

La obesidad puede definirse como la acumulación excesiva de grasa en el cuerpo, aunque en realidad es una enfermedad que implica mucho más que eso: dificultades para respirar, ahogo, interferencias en el sueño, somnolencia, problemas ortopédicos, trastornos cutáneos, transpiración excesiva, hinchazón de los pies y los tobillos, trastornos menstruales en las mujeres y mayor riesgo de enfermedad coronaria, diabetes, asma, cáncer y enfermedad de la vesícula biliar son todos problemas asociados al exceso de peso.
A todos estos trastornos físicos hay que sumarles los problemas psicológicos provocados por la discriminación social y las dificultades para relacionarse con los demás que sufre una persona cuya figura desborda los límites de la silueta saludable. Además en la infancia el problema puede ser aún mayor por la angustia que provoca en el niño la cruel discriminación de los compañeros del colegio y amigos. Por ello, los especialistas que consultamos, coinciden en la importancia de prevenir y tratar la obesidad infantil.
¿Cuándo se considera que un niño es obeso?
Un niño se considera que es obeso cuando su peso sobrepasa el 20% de su peso ideal.
Los niños que comienzan con una obesidad entre los seis meses y siete años de vida el porcentaje de los que seguirán siendo obesos en la edad adulta es de 40% mientras para los que comenzaron entre los diez y trece años las probabilidades son 70%, porque las células que almacenan grasa (adipositos) se multiplican en esta etapa de la vida por lo cual aumenta la posibilidad del niño de ser obeso cuando adulto.
  • Entre los factores que intervienen en una obesidad infantil se encuentran:
  • La conducta alimentaria.
  • Consumo de energía.
  • Factores hederitarios.
  • Factores hormonales.
  • Factores psicosociales y ambientales.
Las consecuencias de la obesidad infantil:
Existen dos mayores consecuencias de la obesidad infantil. La primera está relacionada con cambios psicológicos. Ellos ocurren temprano en la vida e incluyen:
  • Baja autoestima.

  • Bajos resultados en el colegio.

  • Un cambio en la auto-imagen, particularmente durante la adolescencia.

  • Introversión, a menudo seguida de rechazo social.


  • La segunda consecuencia guarda relación con el aumento del riesgo de desarrollar enfermedades o condiciones patológicas. Estas ocurren a una edad temprana (como por ejemplo aumento en la presión sanguínea), pero generalmente ocurren en la edad adulta. Ellas incluyen:
  • Aumento en la presión arterial (hipertensión).

  • Aumento de los niveles del colesterol general (hipercolesterolemia), especialmente del "colesterol malo".

  • Altos niveles de insulina en la sangre (hiperinsulinemia).

  • Problemas respiratorios al dormir (apneas de sueño).

  • Problemas ortopédicos, especialmente de articulaciones.


  • El mayor riesgo de la obesidad infantil es el hecho de que mientras menor sea el niño obeso, mayor el riesgo de desarrollar las complicaciones arriba señaladas durante el transcurso de su vida.

    Tú puedes dar el primer paso para evitar la obesidad en tus hijos: educando a tus hijos en buenos hábitos alimenticios desde pequeños. Será un paso fundamental, ¿sabes por qué?
    • Los cambios que se están dando en la alimentación y los nuevos estilos de vida son los principales desencadenantes de la obesidad y de su aumento en los últimos años.
    • La infancia es la etapa de la vida en la que comienzan a establecerse los hábitos alimentarios y a partir de la adolescencia, estos hábitos adquiridos se hacen más resistentes al cambio.
    • Es esencial actuar durante este periodo, la infancia, sobre la conducta alimentaria de niños y niñas, ya que las costumbres que adquieran en esta etapa van a ser determinantes de su estado de salud cuando sean adultos.

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